¿Qué valor de la iglesia a la sexualidad?

 Un "si" al amor humano:

Todos experimentamos la fragilidad inferior que muchas veces provoca que nos hagamos daño o que se lo hagamos a los demás. Esto provoca que las personas a las que se lo hacemos ya no confíen en nosotros y que se alejen también. La ira puede llevarnos a maltratar al prójimo, la avaricia, a robar o mentir, a abusar del otro, porque si el amor puede causar que las personas hagan cualquier cosa por la persona que aman. 

Por lo que la iglesia nos ayuda a superar esta fragilidad humana y liberar el amor de sus tendencias negativas.

Sin embargo, es verdad que los mandamientos relacionados en el sexo se formularon de una manera negativa. Pero ese no señala el mínimo san el cual es imposible vivir el amor. En realidad, es un si al amor humano y un no al falseamiento egoísta del amor. Porque varias personas fingen tener amor entre ellos por conveniencia ya sea que lo hacen por economía, posición social, etc. y así un montón de razones por las que las personas fingen tener amor. 

Así, aquellos mandamientos nos recuerdan que la estimulación sexual fuera del amor conyugal supone que el yo se cierra sobre si mismo, por lo que el corazón ve debilitada su capacidad de amar y la persona se empobrece, ya que las personas tienen sexo por deseo carnal y no por amor hacia la otra persona. 

Además se instrumentaliza a la otra persona en busca del propio beneficio. Por eso, la masturbación y la pornografía desfiguran la sexualidad como lenguaje del amor.

Este "no" al falseamiento del amor es una garantía mínima si se quiere ser verdaderamente feliz, abre las puertas a la creatividad entre los que se quieren.