Las intervenciones de la iglesia en asuntos temporales se centran en la dignidad humana, las libertades y los derechos fundamentales como la lucha de la anulación de la esclavitud o como la trata de personas, y así muchas acciones que violan la dignidad humana y sus derechos.
La iglesia habla de principios accesibles a cualquier persona de buena voluntad. El cuidado de la vida del no nacido y de la madre vulnerable no son parte del dogma católico como si lo son el misterio de la Trinidad o la Eucaristía.
Cualquier persona que reflexione honestamente y tenga las bases culturales y actitudinales necesarias, puede entender el carácter sagrado de la vida humana y que esta comienza con la concepción. No son temas de fe, sino de valores humanos.
La iglesia católica, que camina junto a toda la humanidad por los senderos de la historia, pretende animar un nuevo orden social, económico y político, fundado sobre la dignidad y la libertad de toda persona humana, que se actúa en la paz, la justicia y la solidaridad.
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